Don't be afraid of the dark es un remake (qué más?) de una película de los setentas, y está anunciada como una película de Guillermo del Toro, sin embargo, él no la dirigió, solo escribió el guión y aunque muestra cierta de la oscuridad que del Toro pone en sus obras, no se ve del todo como una película de él.
En esta versión de la película, Bailee Madison (una niña con bastante talento), interpreta a Sally una niña cuyos padres están divorciados, y su madre la envía a vivir con su padre y su novia a una antigua casa con oscuros secretos.
Todo estaría bien a menos de que Sally fuera un poco inteligente, ya que al empezar a oir voces que la llaman desde el sótano, en vez de huir y hablar con alguien, va y obedece lo que las voces le dicen, desatando a unas antiguas criaturas que se alimentan de los dientes y huesos de los niños.
¡Y claro! ¿Qué sería de la película sin el clásico padre que no le importa lo que le pase a su hija y prefiere concentrarse en sus negocios? Así es, después de que la niña les cuenta lo que pasa, de que los monstruos atacan a otra persona (casi matándola) y de que atacan a Sally misma, su padre decide... ¡Enviarla al psicólogo!
Incluso en una ocasión logran capturar el cuerpo muerto de una de las criaturas y múltiples fotos de ellas, y aún así siguen sin creerle.
Aunque claro, al final cuando las criaturas empiezan a atacarlo a él empieza a preocuparse.
El CGI, el ambiente, los sustos, incluso la actuación son buenas, sin embargo, es la historia llena de clichés y agujeros de incomprensión lo que hacen de
Don't be afraid of the dark una película a la que no vale la pena ir a ver.
Calificación: 6.5
"Muy predecible y comportamientos poco creíbles"
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