martes, 2 de octubre de 2012

Ultime Notizie dall'Italia, Parte 8

Premi e ritorno

Todo lo que empieza, termina, y el día de hoy se entregaron las medallas de oro, plata y bronce a los mejores competidores del mundo en el área de la informática.

El camino no fue fácil, pues había que enfrentarse a otras trescientas personas del resto del mundo de que la misma forma se preparaban para este evento, y para ser reconocidos, había que ser mejor que al menos a mitad de ellos. Pero afortunadamente, una de esas medallas, fue para México.


El día comenzó por un paseo por la ciudad de Sermione, que es la ciudad donde se encuentra nuestro hotel, Garda Village. Fuimos acompañados de nuestra guía que nos llevó a comprar helados y recuerditos por la ciudad.

Caminando con la guía

Nos recomendó los mejores gelati de la zona en la cual gastamos 6 euros por persona en el último y más garo gelato que comimos en tierras italianas. Aunque afortunadamente, no gastamos un centavo, puesto que el comité organizador nos dió 25 euros en cupones por persona para gastar 5 en helado y 20 en restaurantes. Aunque el de los restaurantes no llegamos a usarlo.

Gelati

Caminamos hasta encontrar el lago, donde dimos vuelta para volver al hotel puesto que estaba lloviendo y solo teníamos dos horas para pasearnos y estar listos para la premiación en la tarde.

En el lago

Al volver al hotel, tuvimos varias horas libres, que planéabamos usar en la alberca, pero como el clima estaba en nuestra contra, no se abrió la alberca, por lo que no pudimos meternos ni una sola vez en esas aguas. Eso nos obligó a quedarnos en nuestros cuartos y jugar Mario Kart y PacMan.

Para la premiación recibimos la cereza en el pastel para la desorganización italiana, porque nos llevaron a un auditorio todavía más pequeño que el de la inauguración donde era imposible acomodar a todos los competidores, por esa razón primero se trasladaron a los ganadores de medalla, que se sentaron en la parte baja del auditorio.

Después de ellos, en teoría seguían los demás competidores y luego los líderes, de los visitantes al parecer ni siquiera planeaban llevarlos, pero nos colamos todos y logramos sentarnos en la zona de arriba del auditorio.

La ceremonia de premiación fue todavía más aburrida que la inauguración, y el presentador parecía no entender la importancia de la entrega de medallas, pues mencionó a todos los medallistas con la voz más monótona que pudo, sin dar el tiempo necesario entre competidor y competidor. Los leyó como si estuviera leyendo el menú de un restaurante. Nombraba al siguiente grupo de medallistas antes de que el anterior hubiera recibido sus medallas.

La ceremonia de premiación

Eventualmente llegaron las platas, y Germán pasó a recibir de manos del presidente del comité local la segunda medalla de plata en la historia de México en las IOI's.

¡Pero espere! Porque a algunos medallistas de plata empezaron a colgarles medallas de oro y tuvieron que quitárselas cuando se dieron cuenta.

Germán recibe su plata

Antes de pasar a las medallas de oro y los primeros lugares, se entregaron premios especiales: Becas para las mejores delegaciones (como China y E.U.), premio a la mejor competidor femenina y premio al competidor más joven (que debió de haber sido al medallista más joven en vez de a cualquier competidor).

Con las medallas de oro se premiaron a los mejores 25 competidores de todo el mundo. Johnny Ho, de Estados Unidos, ganó el primer lugar, ganándole al tres veces campeón Gennady Korotkevich que quedó en segundo lugar.

El campeón de la IOI

La ceremonia de premiación terminó con el clásico pase de bandera para la siguiente olimpiada, en este caso, le tocó recibir a la delegación de Australia la bandera para el 2013.

Pasando la bandera

Terminó la ceremonia, y sin dar tiempo para fotos u otras cosas se regresó a todo el mundo al hotel, donde esperaba una cena de despedida, que era igual que cualquier otra cena pero el agua venía en botella de vidrio.

Al final de la cena se arrojaron fuegos artificiales... pero no le avisaron a nadie que iban a hacerlo, por lo que  para cuando lo hicieron, el restaurante estaba casi vacío y muy poca gente estaba afuera viéndolos.

La delegación mexicana

De esta forma, termina la IOI más desorganizada y caótica de los últimos años, y tal vez de años. Para la delegación de Australia le queda muy fácil superar la barra puesta por los italianos, aunque con el "video" de presentación que nos ofrecieron, parece que quieren darles pelea.

El "Huracán Ramírez" y su medalla de plata


Al día siguiente:

Nos levantamos muy temprano para poder bañarnos, desayunar, hacer nuestras maletas y estar listos en la recepción para subir al autobús de regreso, donde nos despedimos de nuestra guía. Nos llevaron en camión a uno de los aeropuertos de Milán donde apenas y alcanzamos el vuelo.

Todo era felicidad hasta llegar a Miami, diez horas después, donde todo se desmoronó (al parecer se nos pegó algo de lo italiano), pues para empezar, Edgar perdió su pasaporte en el avión y tuvimos que esperar a que lo encontraran casi una hora, tiempo durante el cual todos creían que Edgar perdería el vuelo y tendría que esperar en un cuarto oscuro a que lo mandaran de vuelta a México.

Pero no pasó nada, puesto que cuando salimos nos dijeron que el vuelo en el que estabamos agendados no existía y teníamos que esperar al día siguiente a que hubiera espacio suficiente para las 19 personas de la delegación.

Barados en Miami

Aprovechamos el tiempo en el aeropuerto mientras nos peléabamos por los vuelos y algunas maletas perdidas para hacer nuestra propia entrega de medallas de la CIIC, a la que no alcanzamos a llegar en el segundo examen.

Germán obtuvo medalla de oro y fue el primer lugar de todos los competidores, Freddy y Edgar obtuvieron medalla de plata y Saúl ganó medalla de bronce.

La delegación con sus medallas

Las medallas de la CIIC

También nos dimos cuenta de que los reconocimientos de la IOI de medallistas son sumamente chafas y fácilmente falsificables, puesto a que es una impresión sin fondo con una firma pixeleada.... Y por si fuera poco los demás reconocimientos dicen partecepated en vez de participated.

Tenían que ser italianos....

Y los reconocmientos de la CIIC no se podían quedar atrás, pues están escritos a mano y algunos tienen tachones.

La medalla y el reconocimiento chafa.

Nos quedamos pelándonos un rato con Aeromexico porque no querian pagar el hotel, pues le hechaban la culpa a Delta que había vendido un vuelo inexistente, pero Delta había vendido un vuelo que estaba en la lista de vuelos de aeromexico. Por su parte Alitalia se lavó las manos diciendo que había avisado que llegábamos antes... aunque avisó que llegamos mucho antes de lo que en realidad llegamos.

Al final nos fuimos a un hotel que pagó la delegación tan solo para pasar la noche. Cenamos una cena muy estadounidense en un Burger King y nos fuimos a la cama temprano puesto que traíamos mal el horario.

Al día siguiente:

Aprovechando el día extra en los Estados Unidos y que nuestro vuelo no salía hasta las dos de la tarde, decidimos pasar a un Best Buy, donde compramos varios electrónicos que nos hubieran costado mucho más caro en México.

Esperando el autobús

El botín de Best Buy

Nos subimos a un vuelo de Aeromexico donde a todos nos tocó en lugares separados, pero solo fueron tres horas hasta llegar a la Ciudad de México.

Allí, nos recibió la televisora de Canal 40, así como las familias de los olímpicos, en especial, la familia completa de Germán, que venían a recibir a su hijo ganador de la segunda medalla de plata mexicana.

La televisora de Canal 40 entrevistó a todos los muchachos, especialmente, a Germán y a sus padres.

Los chicos siendo entrevistados

La delegación mexicana

También se mostraron las medallas de la CIIC, de las cuales todos llevaban una.

Las medallas de la CIIC

De esta forma, nuestro viaje por Italia termina, trayéndonos solamente una medalla de plata y quedándonos a nada de traernos otras dos de bronce.

Por un lado se obtuvo la segunda medalla de plata, pero por el otro, no logró igualar el record de tres medallas obtenidas el año pasado, aún cuando se tenía para hacerlo.

Tres de estos muchachos repiten el año siguiente, incluído Germán, que tiene en mente la medalla de oro, por lo que aún hay oportunidad para dos de ellos de enmendar sus errores.

Agradeciendo su atención durante estos quince días, me despido.

Addio!

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