El mundo de los juegos de video ha cautivado a toda una generación desde su aparición, de tal modo que hoy en día es una de las más grandes industrias del mundo. Aprovechando esto, como con todo lo demás que da dinero, los productores de Hollywood comenzaron a echarle el ojo a estas historias para hacer películas a base de ellas, sin emgargo no les salió muy bien, y tuvimos que sufrir con las adaptaciones de Street Fighter y Super Mario Bros, por mencionar los más desagradables... y aunque ya existen películas de este estilo que son buenas o al menos disfrutables, es curioso no se hubiera intentado hacer una película al estilo de un juego de video, hasta que Scott Pilgrim Vs. The World nos vino a poner esa perspectiva...
Curiosamente, esta película no esta basada en un videojuego, sino en una serie de comics publicados desde el 2004 y hasta el 2010, conteniendo múltiples referencias al mundo geek, logrando atraer la atención de este mercado.
Entrando ya en la historia, Scott Pilgrim es un geek canadiense en los veintitantos como todo otro que después de una abrupta ruptura con su novia, busca una nueva relación con una chica preparatoriana, pero no contaba con la misteriosa aparición de Ramona, una chica estadounidense que llegó a su pueblo y a su corazón.
Pero después de haberla conquistado (afrontémoslo, Ramona es una facilota), comienzan a aparecer uno a uno los siete ex-novi@s malvados de Ramona, retando al pobre Scott a una batalla a muerte, de tal forma que sólo podrá quedarse con ella si logra derrotarlos a todos.
Y así como la trama se escucha como sacada de un juego de video, toda la película está filmada como si esta fuera un juego de video y un cómic a la vez, con batallas épicas, efectos especiales videojueguescos, música sacada del mundo de Nintendo, entre otros.
De esta forma, cada que aparece un ex, inicia una batalla entre el ex y Scott, cada ex tiene diferentes habilidades que lo hacen más difícil de vencer que al anterior. Y entre batalla y batalla, la relación entre Scott y Ramona va madurando.
Los chistes, las referencias, los efectos son muy divertidos y muy entretenidos, algo difícil de explicar con palabras.
Por lo que tengo entendido, la historia en la película comienza muy fiel a la fuente original, pero comienza a perder fidelidad conforme el tiempo pasa, llegando a cambiar algunas cosas drásticamente, pero siempre manteniendo el espíritu original de lo que trata de ser.
Las actuaciones son muy buenas, no dignas de un óscar, pero sí van en perfección a lo que cada personaje intenta decir, pero por mucho, el mejor actor es Kieran Culkin (sorpresivamente) quien encarna al compañero de cuarto gay de Scott, que pese a las espectativas, dio una excelente interpretación, regresando un poco de honor al apellido Culkin.
Si eres geek, no puedes dejar de ver esta película.
Calificación: 9.0
"El sueño de todo gamer hecho película"
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