Una de las mejores películas de la década pasada fue sin duda Sin City, que basada en una novela gráfica de Frank Miller y dirigida por Robert Rodriguez, logró distinguirse de todas las demás gracias a su estilo, ya que la forma en que usaron los efectos especiales hacen que la película parezca un cómic móvil, directamente sacado de la misma movela gráfica.
Tuvieron que pasar casi 10 años para que produjeran una secuela, y desde el principio hasta el fin, es exactamente lo que esperábamos. El estilo es exactamente el mismo, sigue siendo blanco y negro y las escenas siguen pareciendo de cómic, la mayoría de los personajes que aparecieron en la primera parte están de regreso y la historia de la primer película se expande.
Es una secuela hecha bien. Sólo hay algo que diferencia a esta película de la primera parte: mientras que Sin City era una antología de historias en diferentes épocas con únicamente cameos entre historia e historia, A Dame to Kill For es una historia mucho más lineal, y los personajes de todas las historias interactúan unos con otros, dándole así su propia personalidad diferente a la primera película.
Afortunadamente, también con ello se nos da una mejor idea de cómo está estructurada la línea del tiempo de la saga. La historia toma parte unos años después de la historia de Willis, y unos años antes de la historia de Marv.
En general, A Dame To Kill For es una muy buena película, con un estilo que no se ve todos los días. Si disfrutaste de la primera parte de la saga, disfrutarás también mucho de esta entrega. Definitivamente, una película que vale la pena ir a ver al cine.
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