El tiempo pasa y la OMI ahora ya va a la mitad y el fin de esta se acerca...
Para que los chicos se relajen después del primer examen de la OMI y logren olvidar sus penas aquéllos a los que les fue mal, en la OMI siempre se hace un viaje a algún lugar el día entre examen y examen.
Al ser Colima un estado con litoral y el cuarto estado más pequeño de la República, gran parte de las personas creyeron (o creímos) que nos llevarían a la playa, ya que además, está a solo 50 kilómetros que se pueden recorrer en 45 minutos, pero... no lo hicieron...
En vez de eso, nos llevaron a una hacienda-museo, en donde pudimos ver animales en cautiverio y una que otra curiosidad, además de algunas pinturas y esculturas características de las culturas perdidas de Colima
Rumbo a la hacienda
Dentro de la hacienda
La fruta del cacao
Patos en cautiverio
Una letrina ecológica
Los chicos en uno de los museos
Al terminar la visita a los museos, partimos rumbo a la comida, pero hicimos una pequeña escala en la "Zona Mágica", que no es ni un parque de diversiones, ni un bar, ni un table dance, ni nada por el estilo, sino una pendiente en una carretera en la que los coches y en general cualquier cosa, parecen subir la pendiente por sí solos desafiando a la gravedad, aunque en realidad todo son ilusiones ópticas por la forma del suelo.
En la "Zona Mágica"
Los coches bajaban desde donde está la cámara
hasta el final del camino
La comida fue en la hacienda del Cóbano, a la cual hicimos como 45 minutos (el tiempo que bien pudimos haber hecho hacia la playa...). Después de comer, los chicos jugaron un poco futbol con los otros estados y partimos de regreso al hotel.
En la comida
Jugando futbol
Por la tarde estaba programada una visita para ver un grupo de ballet folklórico profesional, pero como era opcional, los chicos decidieron pasar el resto de su tarde jugando en la alberca para aprovechar mejor su tiempo.
¡Mucha suerte a todos!
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