Una película de terror más del cine español, aunque en México está bajo el nombre de Alarido. Esta vez nos traen la historia de Santi (que curiosamente es interpretado por el mismo actor que hizo de Santi en El espinazo del diablo), un chico fotosensible que se muda a una remoto pueblo en donde hay poca luz de sol.
Allí, comienzan a ocurrir misteriosos asesinatos en los que Santi siempre está de una u otra forma relacionado, y de los que parece ser el culpable un animal salvaje.
Santi es obviamente inculpado, aunque en realidad, resulta que el asesino es una pequeña niña salvaje que creció por su cuenta en un bosque en África.
El desarrollo es un poco lento, pero los sustos están bien manejados. El climax final, aunque un poco predecible, es bastante entretenido y te no te deja pensar en ninguna cosa mal.
Al final, aunque la historia de la niña es revelada y se explica porqué está allí y qué pasó con ella, nunca se explica porqué los asesinatos empezaron cuando Santi llegó al pueblo y el porqué él jamás fue lastimado por la niña.
Calificación: 7.5
"Buena, pero el cine de terror español ha dado mejores cintas."
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