Natalie Portman interpreta a Nina, una bailarina completamente obsesionada con su trabajo que obtiene el papel principal en el lago de los cisnes, en el que tendrá que interpretar al cisne blanco perfecto y bueno y al mismo tiempo al cisne negro y desenvuelto.
Durante la primera mitad de la película no es muy diferente a cualquier otra película del estilo, pero de cuando en cuando los problemas mentales de Nina provocados por la intensa presión comienzan a transtornar el rumbo de la película a tal grado que identificar su género se vuelve complicado.
Nina comienza a tener alucinaciones intensas y a dañarse a sí misma sin darse cuenta y cómo todo es contado desde la perspectiva de la bailarina, no resulta tan raro hasta que las cosas empiezan a ponerse mal y uno se empieza a dar cuenta de los terribles problemas de la protagonista.
Todo esto acompañado de la excelente actuación de Portman que logra dar vida a Nina en todas sus esquizofrénicas etapas.
Al final se llega a un descenlace muy extraño que difícilmente puede explicar los bizarros acontecimientos de la película a menos que uno haga memoria para recordar esas circunstancias.
Black Swan te dejará con una sensación de confusión que poco a poco se transformará en una experiencia extrañamente agradable... y te darán ganas de volverla a ver para comprenderla un poco mejor.
Merecedora a la nominación al oscar, por su facinante historia y desarrollo, aunque no me gusta tanto como para ganarlo, no así la actuación de Portman que es capaz de engañarte y adentrarte en esta rara historia sin que te des cuenta... ¿Quién recuerda ahora su papel como Padme Amidala?
Si la quieres ver, hazlo bajo tu propio riesgo.
Calificación: 8.5
"Una historia que de algún extraño modo, da resultado."
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