Habiendo recorrido ya las principales atracciones de Roma, decidimos ir a callejear y detenernos en los lugares que consideraramos interesantes.
Partiendo del Coliseo, dimos con la Cárcel de Mamertino, la cual estaba considerada como parte de la guía turística que contratamos. Es una cárcel bastante pequeña con sólo un calabozo al cuál se arrojaban y se sacaban a los prisionesros desde el techo. San Pedro estuvo en ese calabozo antes de ser crucificado de cabeza. En ese misma cárcel, vimos videos históricos sobre el edificio, los cuáles resultaron ser muy extraños pues había discusiones entre las paredes más antiguas del lugar.
Cárcel de Mamertino
Seguimos caminando y nos encontramos con lo que probablemente sea el monumento más alto de Roma, el monumento a los Soldados Caidos de la primera guerra mundial, que cuenta con dos fuegos eternos en el exterior custodiados por guardias armados y con un pequeño museo bélico en su interior.
Frente al monumento de los Soldados Caidos
Caminamos de regreso al hotel y decidimos salir a comer pasta y pizzas como ya es tradición.
Freddy sugirió ir a un parque que se encontraba al norte de la ciudad, así que fuimos allí a descansar y jugar un rato. Por primera vez salimos de la zona turística, pues en la zona sólo vimos gente italiana
Marcel, el sublíder, llevaba un frisbee, por lo que jugamos Ultimate un rato, hasta que un grupo de italianos nos retó a un grupo de football. Aunque quisiera decir que sacamos la casta y dimos pelea, en realidad no fue así y terminamos perdiendo seis goles a tres ante ellos. Aunque nunca supieron que se enfrentaban contra computólogos.
Los italianos que nos pwnearon.
Cansados como nunca antes en el viaje, partimos rumbo al hotel y compramos víveres en un Carefour cercano para comer cosas en el hotel, que también nos sirvieron para el día siguiente en el viaje en tren.
Al día siguiente:
Aún teniendo menos cosas que visitar, partimos a callejear nuevamente, teniendo en mente esta vez comprar montones de recuerditos, y como teníamos presupuesto de sobra, comer en un restaurante más fino de lo normal.
Nos gastamos los primeros 3 euros en gelati y los siguientes 23 en una comida al lado del río Tíber (por persona).
Comprando Gelati
La comida más cara del viaje
Como ya íbamos tarde, caminamos muy rápido rumbo al hotel. Descrubrimos que en el día le dimos la vuelta a toda la Roma turística a pie y terminamos cansados.
Partimos entonces rumbo a la terminal de trenes, para comenzar el viaje rumbo a Sermione.
En la terminal de Roma
El viaje en tren no fue tan rápido como esperábamos ni tan interesante como creíamos. Nos dio tiempo para jugar juegos de video y dormir.
Jugando en el tren
Llegamos a Sermione cerca de las nueve de la noche, siendo recogidos por nuestra guía Sara, que nos acompañará toda la semana, y habla español, por lo que podremos comunicarnos facilmente con ella.
Llegando al hotel sede
Mañana empieza la competencia, con la ceremonia de inauguración y la sesión de práctica. Empieza lo que realmente venimos a hacer, y estamos seguros que nuestros muchachos no necesitarán de suerte para lograr su objetivo.
Ci vediamo più tardi!
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