jueves, 16 de abril de 2009

Triste Guanajuato 2009 (parte 1)

Los sobrevivientes

Cada año, como es usual, se realiza la Olimpiada Mexicana de Informática (OMI, para los cuates) en una diferente parte del país, con el objetivo de encontrar a los mejores estudiantes de nivel medio o medio superior en el área de Informática para que puedan representar a nuestro país en la Olimpiada Internacional de Informática (IOI).

Como mucha gente ya sabe (pero otra no), yo formo parte del comité que organiza la Olimpiada de Informática en el Distrito Federal y el Estado de México, y es nuestra responsabilidad seleccionar y entrenar a los muchachos que representarán a estos dos estados en el certamen nacional.

El año pasado, la OMI se realizó en la ciudad de Puebla, Puebla a finales del mes de junio, y acompañamos a nuestros muchachos a ese lugar. Lo que sucedió allí es motivo de otro post, lo que ahora concierne es que de esa competencia, siete de los ocho muchachos que llevamos, lograron pasar a la preselección rumbo a la IOI de este año.

De esos siete, sólo perdimos a uno en el camino, y hasta el 1 de abril de este año, todavía teníamos seis compitiendo por los cuatro lugares que están disponibles para competir este Agosto en la IOI de Bulgaria.

Nuestros seis muchachos eran los siguientes:





Jair (el Jairo)




Christian (el Chadán)




Marco




Agustín (el Pumita)




Adonaís




José Omar (el JOBS)

En el orden en el que están presentados, era el orden en el que se encontraban distribuidos en la tabla de posiciones.

La pasada semana santa, los seis muchachos partieron para Guanajuato a una concentración en donde serían entrenados junto a otros diez muchachos del resto del país. Para 7 de estos chicos, sería su último recorrido olímpico, ya que después de esta concentración, sólo nueve permanecerían en la competencia.

Nosotros íbamos muy confiados, porque en años pasados sólo habían llegado dos hasta esta parte, y además nuestros chicos encabezaban los primeros lugares dentro de la preselección, y aunque no todos pasaran, esperábamos que al menos los buenos se quedaran, sin embargo, no sabíamos lo que el destino guardaba para nosotros...

つづく



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